Transformación productiva y política pública contra la pobreza y la desigualdad social (I)

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Por Ramón Nicolás Jiménez Díaz.- La pobreza y la desigualdad son fenómenos persistentes y multidimensionales que desafían el desarrollo humano, económico y territorial a nivel global. A pesar de los avances en tecnología, crecimiento económico y acceso a información, millones de personas continúan atrapadas en contextos de exclusión y vulnerabilidad estructural.

Adam Smith y David Ricardo plantearon que la pobreza era resultado de la baja productividad o falta de capital, en tanto que Malthus consideró que la pobreza es una consecuencia del crecimiento poblacional justificándola como límites al bienestar social por escasez de recursos.

Sin embargo, es importante acotar que la comprensión de la pobreza y la desigualdad ha evolucionado con el pensamiento económico, sociológico y político. En el siglo XIX, Karl Marx interpretó la pobreza como una consecuencia estructural del capitalismo, vinculada a la explotación de la clase trabajadora y a la acumulación de capital por parte de las élites. Según Marx, la desigualdad no es un efecto colateral sino un rasgo inherente al sistema.

Marx en sus Manuscritos económico-filosóficos de 1844, enfatizó que “La miseria del trabajador se halla en razón inversa de la potencia y magnitud de su producción. Cuanto más produce, menos tiene para consumir; cuanto más valor crea, más sin valor, más indigno se vuelve; cuanto más refinado su producto, más deforme y miserable él mismo.”

El Banco Mundial realizó una primera publicación en el año 2018 que cubrió 119 países, el cual según el organismo se “basa en la idea de que una visión integral del bienestar».
Weber en Economía y sociedad (1922), consideró que si bien es importante el vínculo entre pobreza y carencia económica, en realidad, ella es una situación de exclusión al acceso de los recursos materiales y simbólicos que permiten participar plenamente en la sociedad.

En el siglo XX, Amartya Sen revolucionó la visión sobre la pobreza al definirla como una privación de capacidades. Para Sen, no basta con medir ingresos: hay que evaluar si las personas tienen libertad real para vivir la vida que valoran. Así, la pobreza se convierte en una restricción a la agencia humana. En esencia, “Ser pobre no es solo tener bajos ingresos, sino estar privado de capacidades esenciales para vivir con dignidad.”

Desde el campo de la geografía y la economía regional, autores como David Harvey han denunciado la producción desigual del espacio y las formas de acumulación por desposesión que perpetúan territorios marginados. En esa misma línea, el concepto de desigualdad territorial implica que la pobreza no solo afecta a individuos, sino que también configura regiones excluidas del desarrollo, donde las oportunidades son estructuralmente limitadas.

Otros autores, incluyendo a Celso Furtado y Prebisch, refieren que la pobreza en América Latina se explica por relaciones desiguales en el sistema global.

Varios de los enfoques institucionales sobre el tema de pobreza los encontramos en el Banco Mundial, quien define la pobreza absoluta como falta de recursos mínimos para sobrevivir (alimento, vivienda, salud), también el PNUD y la CEPAL refiriéndose a la pobreza multidimensional como la privación simultánea en salud, educación, vivienda, empleo, participación. Otros organismoas como la UNICEF expone sobre pobreza juvenil indicando que son las privaciones que afectan el desarrollo físico, cognitivo y emocional de niños y la OIT comenta el tema de pobreza laboral como personas que trabajan pero no logran ingresos suficientes para salir de la pobreza.

En las últimas décadas, las Naciones Unidas y los países de América Latina han reconocido que las mediciones monetarias tradicionales (por ingreso o consumo) son insuficientes para capturar las carencias que afectan el bienestar humano. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 (ODS 1) incorpora esta visión multidimensional al plantear que, para erradicar la pobreza, debe abordarse no solo la privación económica, sino también las diversas dimensiones del bienestar humano (salud, educación, vivienda, empleo, entre otras). Frente a ello, la CEPAL se propuso construir un índice regional que armonice las diferencias y particularidades latinoamericanas, complementando las mediciones de pobreza por ingresos existentes.

De hecho, para la CEPAL (2025) “En el enfoque de las capacidades se destaca la importancia de las dimensiones del bienestar distintas del ingreso. Desde esta perspectiva, una medición del bienestar limitada a los recursos es insuficiente, puesto que no brinda información sobre las cosas que las personas hacen o logran efectivamente con esos medios”. En esta visión el PNUD diseño el Índice de Pobreza Multidimensional, e incluyó dimensiones como “privaciones graves en el ámbito de la educación, la salud y el nivel de vida que afectan a la población de los países en desarrollo.”

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Un hallazgo central del reporte de la CEPAL bajo el título Índice de pobreza multidimensional para América Latina, es que la pobreza multidimensional y la pobreza por ingresos no siempre coinciden: hay personas con bajos ingresos que no enfrentan muchas carencias multidimensionales, y otras que tienen ingresos relativamente mayores pero carecen de acceso a servicios básicos, empleo digno o educación. Esa divergencia subraya la necesidad de políticas que combinen transferencias económicas con mejoras estructurales en servicios sociales.

En esta misma línea de reflexión el PNUD presentó una estructura del índice de pobresa multidimensional, que incluye salud, educación y nivel de vida:

Por su parte el Banco Mundial realizó una primera publicación en el año 2018 que cubrió 119 países, el cual según el organismo se “basa en la idea de que una visión integral del bienestar, incluso una limitada al consumo, debe incluir bienes que no se compran con el ingreso”

En la próxima entrega abordaremos el tema de la pobreza multimensional y la desigualdad en AL, as´como para República Dominicana.

Jenchy Suero

Jenchy Suero
Jesús Antonio Suero Castillo (Jenchy Suero), nació en San Juan de la Maguana, catedrático universitario, comunicador y abogado. Ha dirigido diversas entidades profesionales y organizativas de la sociedad, etc. Jenchy Suero, conduce y produce el programa televisivo: “Primera Hora” y conduce “Panorama Social, ambos cada día de lunes a viernes en la televisión de Santo Domingo República Dominicana.

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